Compartir piso es una fórmula muy habitual entre inquilinos de todo tipo y nivel adquisitivo. Se puede pagar desde 60 libras a la semana en un barrio periférico hasta 200/semana por una habitación en el centro.

Se suele firmar un contrato por una duración mínima de seis meses, entregándose un deposito equivalente a un mes o seis semanas de alquiler, además de la renta del primer mes por adelantado. En ocasiones el propio inquilino ha de encargarse de buscar un reemplazo para su habitación antes de recibir la devolución del depósito.

Los “bedsits” son habitaciones con baño y cocina incorporados, de pequeño tamaño. Por regla general están en edificios viejos y bastante descuidados, sobre todo los situados en el centro de la ciudad. Los precios pueden oscilar entre 60 libras a la semana en barrios alejados, y 150 libras a la semana en el centro. En muchas ocasiones los “bedsits” se alquilan mediante agencias. Tenga en cuenta que debe compartir las áreas comunes específicamente la cocina y el baño (generalmente hay uno solo por piso o apartamento).

Otra opción para los estudiantes es rentar un cuarto en casa de una familia británica, a pesar de tener un mayor número de limitaciones permite bajar el costo de este concepto además de relacionarse y practicar el inglés de manera cotidiana.