|
|
|
|
|
|
|
|
|
LK |
|
|
|
|
|
|
| \
|
|
|
|
|
|
|
|
Te haces ciudadano del mundo |
|
|
|
|
|
|
|
No cabe duda de que emigrar de tu país
de origen te convierte en ciudadano del
mundo, sobre todo si emigras a más de un
país. Esto tiene sus pros y sus contras.
En ningún sitio llegas a adaptarte al
cien por ciento. A veces te cuesta años
comprender la idiosincracia de un país,
y cuando al fin la comprendes te sientes
parte de ese país, vives y sufres y te
alegras con sus vaivenes, sus conflictos
y sus logros. Pero emigrar nunca es
fácil. En parte depende de tu edad (yo
me fui de mi país al acabar el
bachillerato con apenas 17 años, lo que
no es lo mismo que emigrar cuando ya
pasas los 20 o los 40). De manera que me
quedaban pocos contactos en mi país de
origen, porque la Universidad y el
trabajo son los momentos en los que
creas tu verdadera red social. Luego, en
tu país de acogida te cuesta crearte una
red social. Sobre todo si al cabo de
unos años vuelves a emigrar a un país
distinto. Actualmente resido en España.
¡Un país con truco! Y por el momento, no
me muevo. |
|
|
|
|
|
|
|
2009-11-14 |
|
|
|
|
|